
Tengo y tuve la suerte de trabajar en mi carrera con enormes profesionales del Periodismo. Estar codo a codo junto a ellos. Mirarlos y escucharlos…Y lo más importante: aprender de ellos
Acatar órdenes, escuchar sus anécdotas, ser corregido. Es como haber cursado la carrera otra vez.
Son varios, todos muy reconocidos y respetados. Hoy les cuento de uno de esos próceres:
José Ignacio López, Nacho.
En estos días me reencontré con él, cuando fue homenajeado por la Legislatura.
Nacho no perdió su sonrisa, la calma en momentos de tensión, esa habilidad para tratar de acercar posiciones. Nunca de alejarlas.
Mientras lo miraba en el escenario ya con 80 y algunos años más, recordé su valentía frente al dictador Videla. Había que tener agallas para preguntar en aquellos años duros. Él la tuvo. Y la respuesta que logró, quedó en la historia.
Nacho López fue mi jefe en mis años en Radio del Plata. Llegó como Gerente de Noticias cuando el diario La Nación compró la Radio. Fueron unos 4 años de convivencia con ese jefe siempre amable, siempre dispuesto a escuchar. Humilde…
Hoy se ayuda con un bastón pero no perdió su lucidez.
«Basta de pelearse porque la democracia está en deuda, miren los números de la pobreza» Nacho no necesita gritar para dar una opinión o para fijar una posición. Su voz luce firme, clara, como siempre.
Fue mi jefe en Radio del Plata desde 1994. José Ignacio quería que me dedicara a seguir a Domingo Cavallo, súper Ministro de Economía de Menem. Buscaba que en el Noticiero hubiera más info de economía. Fui acreditado en la sala de Periodista del Ministerio y también viajé bastante siguiendo a Cavallo.
Nacho fue para mí, que recién arrancaba en el periodismo, sinónimo de prestigio, de honestidad, de buen periodismo. No era de retar, hasta para corregir tenía buenos modos.
Como me dijo su hija, es una muy buena idea homenajear a la gente en vida. Sin dudas…
Que se vengan más homenajes! José Ignacio, maestro de Periodistas.