SICARIOS ARGENTOS

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Tengo la sensación de que entre nosotros la violencia se ha descontrolado mal. Hablo de la «peor» violencia.
La que termina en ejecuciones, en fusilamientos.
Lo que sea, puede terminar a los tiros. Una deuda, un problema de drogas. El que quiere matar, mata. No importa el lugar, la hora, si hay gente alrededor, los #sicarios argentos hacen lo que quieren.

Cuento algunos casos, que vi de cerca.
#Lanus. Mediodía. Una pareja Golpea la puerta de una casa a un par de cuadras de la cancha. Es un barrio de casas y hay tránsito. Un hombre sale a la vereda y recibe un balazo en la cabeza que lo mata en el acto. No le roban nada, ni entran a la casa. Solo querían matarlo.
#Monte grande. 13 hs. La puerta del colegio privado Incahuasi, con el movimiento que hay en cualquier escuela a la hora de entrar. Un padre  trae a su hija de 5. Baja su mujer y el espera en el auto. No repara que lo sigue una moto de la que baja  un hombre y  le pega 4 balazos. Tampoco quieren robarle nada solo asesinarlo. A los sicarios tampoco les importó que hubiera gente alrededor…
Hace tiempo que venimos «acostumbrándonos» a casos como estos. Lo que antes escuchábamos  de otros países, como Colombia, llegó para quedarse…
Drogas, negocios, delitos, muertes…los dos asesinados tenían o habían tenido problemas con la ley. Habían estado presos o estaban relacionados con el mundo del narcotráfico.
Los ajustes de cuenta están entre nosotros. Ya son una triste realidad. Hemos visto que la gente va primero a los medios antes que a la justicia cuando quiere hacer una denuncia.
En los últimos años aparecieron casos donde había colombianos en el medio pero rápidamente el modelo de ataques lo fueron copiando por acá. Y aplicando.
En lugar de buscar por caminos normales, cada vez más personas  prefieren llamar a asesinos para
hacen justicia por mano propia.
¿El nuevo gobierno y sus políticas de seguridad querrán terminar con estas ejecuciones?
Siento que los que matan para saldar cuentas son una nueva raza de asesinos que llegó para quedarse, lamentablemente

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